En España una de cada cuatro personas tiene un crédito al consumo. Y la cuota media que pagan es de unos 140 euros al mes, según señala el estudio «Créditos al consumo en España» realizado por Fintonic.
Aunque este tipo de endeudamiento no supone un problema grave, cuando solicitamos más de un crédito y no podemos hacer frente a los pagos o lo hacemos a duras penas, sí que nos encontramos con un problema.
Los préstamos para reunificar deudas son precisamente un producto financiero orientado a solucionar estos problemas de endeudamiento. El objetivo del mismo es el de unir las cuotas de todas tus deudas (por ejemplo puede ser la hipoteca y los préstamos que tengas pendientes), en una única cuota, más baja y fácil de asumir.
Uno de los requisitos clave para poder solicitar y obtener estos préstamos es poder aportar un aval hipotecario. Es decir, debes poder poner una casa o inmueble como aval, esta es la garantía con la que la entidad renegociará tu deuda.
En realidad, lo que hace la entidad es liquidar todas tus deudas con las demás entidades, y proponerte el pago de esa deuda con otras condiciones. Normalmente la cuota baja mucho, pero el periodo de devolución también se extiende.
El aval hipotecario para reunificación de deudas
Como decíamos, el inmueble es imprescindible para conseguir un préstamo para reunificar deudas como los que ofrece Sofkredit, especialistas en garantía hipotecaria. El inmueble en sí debe estar pagado al menos al 80%, aunque es preferible si está libre de cargas.
La tasación del inmueble será la que determine la cantidad que te pueda prestar la entidad financiera. Por ejemplo, este tipo de préstamo solamente te permite obtener hasta el 30%-40% del valor de tasación de tu vivienda. Es decir que aunque tu vivienda esté tasada en 100.000€ no te van a prestar más de 40.000€. Siendo siempre la cantidad máxima a prestar unos 500.000€.
Normalmente este tipo de préstamos son de capital privado y son una opción de financiación excelente para aquellos que están endeudados, que están en ASNEF, y no consiguen que les presten los bancos. Precisamente por esta razón los intereses son más altos que en los préstamos bancarios.